Para cada delito cometido en Estados Unidos existe una directriz federal sobre penas de prisión y multas. Sin embargo, hace cinco años el Tribunal Supremo tomó la decisión de permitir a los jueces tomar sus propias decisiones sobre las sentencias, pero dijo que los jueces debían consultar las directrices federales. Pero, ¿qué ocurre cuando unos jueces siguen las directrices y otros no? Según un informe del Departamento de Justicia, la idea de que las sentencias dependan de la suerte de conseguir un juez determinado "generará falta de respeto hacia los tribunales federales". Esto es perjudicial para el sistema judicial federal, ya que le resta reputación y disminuye el efecto disuasorio del castigo. ¿Qué es lo que ha puesto este asunto sobre la mesa y qué se puede hacer?
En el informe del Departamento de Justicia se constata que las penas impuestas por casos de fraude de cuello blanco y delitos de explotación infantil, como la pornografía, varían significativamente de un juez a otro. Esto ha llevado al Departamento de Justicia a concluir que la Comisión de Sentencias de Estados Unidos debería reexaminar las sentencias por delitos de cuello blanco y pornografía infantil. De hecho, según un artículo del New York TimesSin embargo, muchos jueces federales han dicho a la Comisión de Sentencias que las directrices sobre pornografía infantil son demasiado severas. En la actualidad, la posesión de una sola pieza de pornografía infantil debe dar lugar a una condena de entre 5 y 7 años. Sin embargo, algunos jueces, como el juez federal Jack B. Weinsteinestán imponiendo penas mucho menores, como la libertad condicional o un año de prisión.
Es necesario abordar la cuestión de la incoherencia en nuestros tribunales. Nuestro sistema judicial estadounidense debe ser justo, que es la razón por la que se impusieron las directrices en un principio. Si algunos jueces tienen o no razón al pensar que son aceptables penas menores para los delitos de guante blanco y la pornografía infantil, es algo que está sujeto a debate. Sin embargo, tal vez, reexaminando las directrices e imponiendo otras nuevas, los jueces federales puedan estar más en sintonía a la hora de dictar sentencia.
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Repensar las sentencias penales
Un juez desafiante se enfrenta a la ley de pornografía infantil
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