¿Alguna vez te has hecho una foto desnudo con el móvil y se la has enviado a tu pareja? Quizá no, pero cada vez son más los adolescentes que lo hacen. Se ha vuelto tan común que se ha creado un término para este acto: sexting.
Aunque el sexting puede hacer que los padres quieran confiscar los teléfonos móviles de sus hijos adolescentes, ¿es realmente un acto delictivo? Según la legislación vigente, los adolescentes que envían o reenvían una foto de sí mismos o de otra persona desnuda o subida de tono son tratados como pornógrafos infantiles y pueden ser acusados de distribución de pornografía infantil, además de tener que registrarse como delincuentes sexuales. Una vez más, parece que la ley aún no se ha puesto al día con la tecnología. No cabe duda de que el hecho de que un adolescente envíe o reenvíe una foto suya desnudo o de otra persona puede tener consecuencias muy negativas y ser gravemente perjudicial. Sin embargo, decir que este acto es equivalente a los actos para los que se concibieron originalmente las leyes contra la pornografía es una falta de perspicacia. Como la mayoría de las situaciones, el sexting adolescente no es blanco o negro. Mientras que el hecho de que un joven envíe una foto desnuda a su novia es una falta de juicio, si ella la reenvía a sus amigos, parece ser un delito. Sin embargo, ¿la convierte a ella o a sus amigos en pornógrafos?
Aunque algunos estados están estudiando sus leyes y dándose cuenta de que deben actualizarse para tener en cuenta las distintas situaciones, otros aún no han actuado. ¿Por qué da tanto miedo? Porque su hijo, hija, sobrina, sobrino o nieto podría ser el próximo "delincuente sexual" por un momento de mal juicio y curiosidad. ¿Cuál es la postura de su estado?
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